Estado actual de la evidencia: Eficacia de la intervención en niños con parálisis cerebral
Artículo: Rifton.
Traducción: Laura Noval, Asesora Clínica de Rehagirona.
En 2013, Iona Novak y su equipo reunieron una de las revisiones basada en evidencia más completa sobre intervención en pediatría. Con más de 200 revisiones sistemáticas realizadas desde entonces, esta actualización, State of the Evidence Traffic Lights 2019: Systematic Review Of Interventions for Preventing and Treating Children with Cerebral Palsy (Estado actual de la evidencia “Semáforo” 2019: Revisión sistemática de las intervenciones de prevención y tratamiento en los niños con parálisis cerebral) añade fuerza y definición a las intervenciones recomendadas para los niños con parálisis cerebral.
La parte importante de esta revisión es la incorporación de niveles superiores de evidencia que favorecen las revisiones sistemáticas y los ensayos controlados aleatorios. Los resultados de la revisión se formalizan en el “Sistema de semáforo de alerta de la evidencia”, una herramienta excelente para interpretar la eficacia clínica de las intervenciones estudiadas en esa investigación.
Sistema de semáforo de alerta de la evidencia
Así es como funciona, en función del color asignado a las intervenciones:
Color verde
¡Adelante! Evidencia de alto nivel recomienda la efectividad de esta intervención.
Color rojo
¡Alto! Evidencia de alto nivel indica que esta intervención es ineficaz o que perjudica la intervención.
Color amarillo
¡Cuidado! La evidencia que hay sobre ella es escasa o inconclusa y requiere el seguimiento de los resultados de la intervención.
Las intervenciones se agrupan bajo el resultado/objetivo de su abordaje. Algunos ejemplos son los resultados motores, manejo del tono, prevención y manejo de contracturas, vigilancia de las caderas, intervención temprana, dolor, cognición, autocuidado/función, alimentación y prevención. Además, el tamaño del círculo en los que se encuentra cada intervención son proporcionales al numero de ensayos controlados aleatorizados asignados a cada intervención.
Nada supera a leer el articulo completo para comprender mejor la evidencia y las buenas interpretaciones visuales, pero a continuación tenemos un ejemplo de lo que se incluye en el abordaje de resultado motor:
Resultados motores
Intervenciones color verde:
- Terapia de movimiento inducido por restricción.
- Entrenamiento orientado a objetivos.
- Entrenamiento en cinta de marcha con descarga parcial de peso.
- Terapia ocupacional tras toxina botulínica.
- Entrenamiento de movilidad.
- Entrenamiento bimanual.
- Entrenamiento de fuerza.
Intervenciones color rojo:
- Terapia de neurodesarrollo pasiva en su formato original.
- Integración sensorial.
- Terapia craneo-sacral.
Intervenciones color amarillo:
- Actividad física.
- Vendaje neuromuscular.
- Terapia asistida con animales.
- Acupuntura.
Es importante destacar que todas las intervenciones categorizadas como color verde implican la práctica de tareas específicas y dirigidas a objetivos, la práctica de alta intensidad y la participación activa del niño. Este tipo de intervención es la base de la neuroplasticidad dependiente de la experiencia y está respaldada por los principios de aprendizaje motor y la investigación.
Las intervenciones en el grupo de color rojo, por el contrario, optan por un enfoque más pasivo y esta puede ser la causa subyacente de su ineficacia.
Por supuesto, aplicar los resultados de la investigación a la práctica clínica es el siguiente paso. Los investigadores recomiendan la práctica centrada en los objetivos del niño y su familia. En general, es emocionante ver que las intervenciones sobre población pediátrica basadas en la evidencia crecen y ganan terreno.
Traducción: Laura Noval, Asesora Clínica de Rehagirona.